CASCO ORTOPÉDICO

 ( ORTESIS  CRANEAL)

El tratamiento ortésico para las deformidades craneales fue introducido por el cirujano Sterling Clarren que, en 1979, publicó el primer trabajo de investigación sobre el procedimiento para tratar este tipo de patologías.

Su hipótesis consistía en remodelar el cráneo del bebé  partiendo de la teoría siguiente: si una presión plana sobre un cráneo en crecimiento deformaba y aplanaba la zona de apoyo, al hacerlo sobre una superficie cóncava empujaría la zona deprimida gracias a la presión intercraneal y el crecimiento del cerebro. De esta manera, a medida que el cráneo crecía, se iba recuperando la forma natural del mismo.

Esta hipótesis es la que hoy en día rige los principios biomecánicos de este tipo de ortesis. Es decir, actualmente  en las ortesis craneales  se crean espacios que permiten el crecimiento de las zonas deprimidas y, por otro lado, el contacto simultáneo de las partes prominentes hace una contención que  impide el crecimiento de estas. Por lo tanto, el tratamiento ortésico no hace más que utilizar la capacidad de remoldeado de la cabeza de los bebés para devolver la forma normal a las  cabezas que tiene alguna deformidad.

Este tipo de tratamientos está pensado para niños mayores de tres meses que, después de hacer un tratamiento de posicionamiento, su deformidad craneal persiste. Se utilizará tratamiento ortopédico para aquellas deformidades moderadas y graves. El período máximo de beneficio de este tratamiento es entre los cuatro y los nueve meses, cuando se puede llegar a conseguir una mejoría de hasta el 100%. Entre los nueve meses y los doce meses la mejoría sigue siendo buena, pero no completa y entre el año y los dos años las mejorías suelen ser del 50%.

Para este tipo de tratamientos se realizan ortesis a medida según el paciente, aplicando los principios biomecánicos que se han explicado en el anterior apartado  y adaptándolos a cada deformación.

Estas ortesis son de tipo dinámico y hay que ir reformándola según va avanzando el tratamiento, ya que, es importante el seguimiento y la adaptación de las mismas a los cambios de  volumen que va presentando la cabeza.